Sistemas de apoyo a personas con sordoceguera

La sordoceguera es una discapacidad que resulta de la combinación de dos deficiencias sensoriales: visual y auditiva. Las personas que la padecen necesitan distintos sistemas de comunicación, en función de que capacidad sensorial han perdido antes y según el grado de dicha pérdida.

Sistemas alfabéticos

Se basan en el deletreo del mensaje, letra a letra. Son sistemas que permiten recibir la lengua oral a través del tacto. Los usan las personas sordociegas que se expresan oralmente, reciben así el mensaje cuando su audición no lo permite.

Pueden utilizar sistemas alfabéticos, escritura en letras mayúsculas, también puede ser visual, en el aire, dependiendo del interlocutor o táctil, en la palma.

Sistemas no alfabéticos

En esta ocasión se suele utilizar el Lenguaje de Signos Natural o la Lengua de Signos. El primero está basado en signos creados para definir una necesidad concreta y suele utilizarse por las personas más cercanas. En el caso de la Lengua de Signos debe ser adaptada a las necesidades del interlocutor. Reduciendo el espacio visual o la distancia, llegando a ser apoyada en las manos si fuera necesario.

Otros recursos

Braille

Es un sistema de puntos en relieve que conforman un alfabeto. Los puntos se colocan en vertical en dos filas de arriba abajo, del uno al tres y del cuatro al seis. De su presencia o no resultan las distintas letras o signos ortográficos. Combinándolos se consiguen 64 variaciones diferentes. Hay combinaciones que preceden a otras para indicar que se trata de una letra mayúscula o de un número.

Tiflotecnología

Es el conjunto de técnicas y recursos que intentan proporcionar a las personas con ceguera o discapacidad visual grave los medios necesarios para la correcta utilización de la tecnología. El objetivo final es lograr la máxima del “Diseño para todos” desde la concepción de la tecnología.

Audiodescripción

Hablamos de un sistema de apoyo a la comunicación para personas ciegas. Una técnica que intenta ayudar a la compresión de una ópera, obra de teatro o producción audiovisual mediante la descripción de sus imágenes o escenas. Aportando detalles no percibidos por el usuario que le ayudarán a seguir la trama.

El profesional realiza un guión mientras visiona la pieza. Cada bocadillo del guión o unidad descriptiva debe adecuarse a los silencios que existen dentro de la narración. La audiodescripción no debe ser redundante. Los bocadillos deben ser claros y concisos. No se cuenta la película, no se valora ni se juzga. Se describe la atmósfera del instante, el gesto, la acción que se desarrolla y el qué y quién los protagonizan. Obra y audiodescripción irán de la mano.

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